Dado un conjunto N tendente a infinito es inevitable que absolutamente todo suceda, siempre que se disponga de tiempo suficiente o infinito , y he ahí donde está el verdadero problema irresoluble o quid de la cuestión de la existencia ¿quién nos garantiza que dispongamos del tiempo necesario para que ocurra lo que debe o deseamos que suceda?


sábado, 2 de diciembre de 2017

La verdad absoluta o la verdad pura



Para introducir este concepto previamente sería necesario hacer una distinción entre el concepto de la verdad absoluta o la verdad pura, frente al concepto de verdades parciales y el concepto de proposiciones puras o  analíticas.

Una verdad es parcial cuando es sintética, es decir, sólo es verdad dadas unas condiciones y admitiendo siempre un margen de duda. La verdad absoluta es siempre verdad y no cabe ninguna duda de su veracidad.

Una proposición pura es una proposición analítica, cada uno de los algoritmos y cada una de las operaciones lógicas que utilizamos en cualquier operación lógico matemática es de por sí una proposición pura. Una proposición analítica es una proposición pura y viceversa. Si digo que A entonces B y B entonces C luego A entonces C, estoy haciendo una proposición pura o analítica. Si digo que porque hay nubes hay probabilidad de lluvia y porque hay probabilidad de lluvia hay mayor probabilidad que coja el paraguas, es una verdad parcial o sintética.

La diferencia entre una proposición pura y la verdad absoluta, es que siendo pura la naturaleza de la verdad absoluta sin embargo no sólo sería válida para una casuística o tipología operacional (no se trata de una formula o algoritmo más, es decir, proposición pura, lógica o matemática, más entre todas las que hay, aplicable en cada contexto según su función lógica o matemática),  y además, y lo más importante, no admite ningún margen de duda. Por ejemplo, los científicos lógicos que investigan en una posible ecuación que explicase absolutamente todo , estarían en realidad investigando en la verdad pura absoluta: una sentencia analítica sin excepciones que explicase todo.


En este sentido el apelativo de absoluto haría mención a dos cualidades esenciales: absoluto por cuanto no admite excepción en su formulación, es decir, la misma formulación sin modificación alguna debería ser siempre correcta, y absoluta por cuanto sería una explicación de todo lo que ocurre sin excepción alguna. Sin excepción en la formulación, una misma formulación constantemente siempre, y que fuese una explicación de absolutamente todo, con independencia del espacio, tiempo, o universo, infinito o limitado.

En síntesis, la verdad absoluta o pura, o verdad pura absoluta (en Probabilidad Imposible puede venir bajo cualquiera de estas denominaciones, vienen a significar lo mismo) es aquella verdad sin excepción susceptible de expresión lógico matemática, luego debería ser objeto de la razón pura.


La razón pura es la que opera sólo y exclusivamene bajo operaciones lógico matemáticas, a diferencia de la razón práctica o sintética, eminentemente política. Ahora bien, habría que diferenciar entre la razón pura (analítica) o práctica (sintética) humana frente a las no humanas, artificiales o de otra naturaleza. Esta distinción no es baladí, por cuanto nuestro conocimiento de la verdad es humano, a expensas de otros modelos de conocimiento no humano. En el caso de la Inteligencia Artificial, estamos sólo asistiendo al parto de los primeros modelos, bajo la premisa de la replicación de las capacidades humanas. Posiblemente los primeros modelos de razón artificial no sean más que meras replicas y muy limitadas, . Lo que falta por conocer, a expensas de la evolución de los replicantes en autoreplicantes, es hacia qué modelos de razón pura puede la Inteligencia Artificial llegar a evolucionar, sobrepasando posiblemente los estrechos límites del entendimiento humano. Muy probablemente, lo que hoy llamamos Inteligencia Artificial no sea más que la primera fase de algo que nos supera.

Desconocemos a que nuevas fases de evolución sobrehumana, sobrepasando los límites en que han sido creados , pueden llegar a desarrollar. Muy posiblemente lo artificial y lo sobrehumano están intimamente ligados.

Dado que sólo podemos hablar de lo que podemos hablar (de lo que no se puede hablar, mejor callar) sólo podemos hablar de la relación entre verdad pura y la razón pura humana, que en tanto el ser humano se encuentra limitado por la propia condición humana, la razón pura del ser humano se encuentra afectada por la propia condición humana, lo cual lleva inevitablemente antes o después (en un tiempo infinito) al error en su deducciones posibles , aunque sean realizadas bajo el método analítico más estricto o puro.

Desde los inicios de la teoría de la Probabilidad Imposible la primavera del año 2001, y muy especialmente a posteriori del Impacto del Defecto el 11 de Septiembre de ese mismo año, la definición del error estadístico en Probabilidad Imposible viene definido por la propia condición humana, que en tanto que limitada la condición humana es de por sí una condición errónea. La condición humana es inherentemente errónea. El origen del error en Probabilidad Imposible se establece a partir de la contradicción intrínseca que lleva de por sí que un ser limitado, como el ser humano, pretenda el conocimiento de la verdad, cuando una de las dimensiones, si es que no la propia esencia de la verdad de por sí, es su naturaleza infinita.

En Introducción a la Probabilidad Imposible, estadística de la probabilidad o probabilidad estadística, hay un apartado dedicado al delicado asunto del infinito. Si bien la cuestión del infinito se ha llegado a convertir en matemáticas en una Cuestión de Fe, por cuanto hay tantos defensores como detractores, especialmente en la cuestión de la infinita subdivisión de las dimensiones, algo sustancialmente controvertido al hablar del espacio y el tiempo, lo que nos lleva a la Tortuga de Zenon ganando en singular carrera a Aquiles. Lo cierto es que al menos en términos puramente analíticos el infinito existe, es decir, las paralelas de Euclides se  pueden extender infinitamente, los números naturales son infinitos, y en tanto los números naturales son infinitos entonces cualquier unidad puede ser dividida infinitamente por entre infinitos números naturales, lo cual implica que en un espacio donde una recta se extiende hasta el infinito cualquier segmento de la recta podría ser dividido infinitamene por infinitos números naturales. Y dentro de las infinitas divisiones que duda cabe que incluso cabe la posibilidad que algunos resultados darían igual a números racionales cuyos decimales se extienden infinitamente, ya sea porque un número se repite eternamente, o una secuencia de números se repite eternamente, o porque sea un número irracional, por ejemplo pi.

En el momento que el infinito existe al menos en términos analíticos, su existencia antes o después tendrá reflejos en términos sintéticos. Si queremos dividir cualquier cosa del mundo real entre tres, antes o después tendremos que reconocer que es imposible un reparto absolutamente equitativo, salvo que dejemos sin repartir el resto, porque siempre habrá un resto, es decir, dividir algo entre tres sin dejar resto es imposible, es decir, antes  o después tendremos que admitir que es inherente a la condición humana la perdida de información, el truncamiento decimal. En el momento que perdemos error, por insignificante que sea, estamos generando error. Ese error, por insignificante que sea, es un margen de error posible. Cualquier error posible, en un tiempo infinito, es un error inevitable. El ser humano está inevitablemente avocado al error.

En Probabilidad Imposible la condición humana es inherentemente errónea, lo cual nos lleva la paradoja que disponiendo el ser humano de un acceso, aunque limitado o restringido, a la razón pura, la razón pura del ser humano por efecto de su condición humana no está capacitada para el conocimiento de la verdad pura. Cualquier pretensión humana de conocimiento de la verdad pura únicamente dará lugar a formulaciones incompletas o falsas. A expensas de conocer otros posibles modelos lógicos o matemáticos no humanos, la incompletitud o falsedad de las formulaciones humanas quizás no sea por la matemática en sí, más bien por la propia limitación humana al acceso de las mismas. Es decir, cabe la posibilidad  que pudiera haber una matemática, más allá del entendimiento humano, es decir, una matemática sobrehumana, absolutamente completa y verdadera.

La verdad pura o absoluta, paradójicamente, tenemos la intuición de que existe. Sabemos que necesariamente tiene que haber algo realmente cierto, más allá de cualquier valoración científica de la verdad dictada por la política científica de turno. Sospechamos que, al final de todo, debe haber algo de verdad en todo lo que ocurre, sin embargo, más allá de nuestra comprensión humana de lo ocurre, no podemos afirmar absolutamente nada sin admitir un margen da duda racional: sólo conocemos sombras, fenómenos, hechos, más allá de los cuales, desconocemos lo que realmente ocurre. En realidad, sólo sabemos que no sabemos nada, lo cual en cierto sentido, en Probabilidad Imposible, lleva al nihilismo lógico: más allá del margen de error, no conocemos nada, salvo nuestras propias dudas.



Rubén García Pedraza, Londres 2 de Diciembre de 2017
Revisado 26 Julio 2019,Madrid