La definición de hecho, y si merece el calificativo de científico, depende del paradigma de referencia del modelo, el cual a su vez se sustenta sobre un modelo de filosofía de la ciencia, la epistemología y gnoseología, además de un modelo de política científica, razón por la cual la catalogación de hecho, y si es científico, varía entre diferentes paradigmas y modelos de ciencia.
Si bien los paradigmas de la ciencia se pueden clasificar en cualitativos y cuantitativos, en función de la metodología de referencia, aquellos paradigmas que se basan en el método científico, el método deductivo, y para las ciencias sintéticas el método hipotético deductivo, son métodos que si bien dependiendo de su epistemología pueden entender los fenómenos naturales o sociales de forma más simple o compleja, lineal o no lineal, deterministas o indeterministas, en función de la interpretación causal o estocástica de la naturaleza y la sociedad, en líneas generales entienden que para las ciencias los hechos tienen que ser como mínimo comparables o contrastables, lo cual implica la posibilidad de medición de sus cualidades sensibles.
Si bien los paradigmas de la ciencia se pueden clasificar en cualitativos y cuantitativos, en función de la metodología de referencia, aquellos paradigmas que se basan en el método científico, el método deductivo, y para las ciencias sintéticas el método hipotético deductivo, son métodos que si bien dependiendo de su epistemología pueden entender los fenómenos naturales o sociales de forma más simple o compleja, lineal o no lineal, deterministas o indeterministas, en función de la interpretación causal o estocástica de la naturaleza y la sociedad, en líneas generales entienden que para las ciencias los hechos tienen que ser como mínimo comparables o contrastables, lo cual implica la posibilidad de medición de sus cualidades sensibles.
Desde paradigmas empiristas, racionalistas, positivistas y materialistas, englobando dentro del materialismo tanto el materialismo clásico y el materialismo moderno, el materialismo dialéctico, si bien hay diferentes interpretaciones de la gnoseología y la epistemología de la ciencia, y el principal interés de la ciencia, la dominación de la naturaleza o la emancipación humana, en líneas generales en los diferentes modelos aludidos a pesar de sus diferencias intrínsecas la definición de hecho científico ha venido dado porque hecho es aquello que se da de forma empírica, material o positiva, y por tan motivo, en tanto que el hecho científico es un hecho empírico, material o positivo, sus cualidades sensibles o magnitud de ocurrencia son mensurables.
Concretamente para el positivismo el hecho científico se caracteriza por ser positivo por cuanto se define objetivamente en ausencia total de cualquier otra variable subjetiva o ideológica, la definición lógica de lo que ocurre viene dada por la medición sobre la que se realizan pruebas matemáticas para contrastar las hipótesis provisionalmente, el contraste de hipótesis es la evolución lógica del fallido criterio de verificación empírica del positivismo lógico, por cuanto la hipótesis tendrá significación empírica si se demuestra en la práctica, el contraste de hipótesis. El positivismo del siglo XX será el resultado lógico de la evolución y síntesis de varias escuelas filosóficas, entre las que cabe resaltar el empirismo y el racionalismo crítico.
Para el empirismo la naturaleza del hecho científico reside en su propia naturaleza empírica, en la medida que la forma en que se accede a lo que ocurre, el hecho, es a través de los órganos sensoriales, la sensación, lo cual no deja de ser algo subjetivo, fisiológico, motivo por el cual para tener una estimación de los fenómenos contrastable es necesaria la medición. De lo único que tenemos al menos una evidencia, aunque sensorial, es de los fenómenos empíricos, cualquier otra entidad trascendente escapa a la ciencia y es metafísica, ante la cual habrá corrientes empiristas que desarrollen la metafísica, Aristóteles, o se pronuncien profundamente escépticos, Hume. A las corrientes más escépticas del empirismo, la versión más estricta empirismo, también pueden recibir el nombre de materialismo clásico, corriente filosófica en que se integran, además de Hume, Rousseau y a una amplia gama de filósofos ilustrados que rechazaban cualquier otra forma de conocimiento, incluida la metafísica, que no fuera sensorial, y afirman que sólo existe lo material, más allá de lo cual no existe nada, el materialismo clásico será una escuela precursora del ateísmo, y en cierto sentido del nihilismo moderno.
Una de las diferencias entre positivismo y empirismo, es que mientras el positivismo rechaza de plano la metafísica, dentro del empirismo habrá corrientes metafísicas, por ejemplo Aristóteles. Y la principal diferencia entre positivismo y el materialismo clásico, la versión más radical del empirismo, es que mientras para el materialismo clásico sólo existe lo que se percibe, y cualquier otra generalización es objeto de profundo escepticismo, dado que cualquier atribución causal es producto de la costumbre, para el positivismo lo que se percibe son los fenómenos sobre los cuales demostrar leyes causales no siempre sensibles de forma directa a los órganos sensoriales.
Para el racionalismo la realidad es un fenómeno, una sensación externa a lo que verdaderamente sucede, y en tanto que de naturaleza sensorial una apariencia posiblemente falsa, y dado que no conocemos lo que realmente sucede, verdad moral o verdad pura e incognoscible, intenta alcanzar una idea aproximada de las verdaderas esencias a través de la duda racional o crítica racional, en función del tipo de escuela racionalista, a los fenómenos que obtenemos de nuestras sensaciones, ese proceso trascendental es realizado por la razón, que en su expresión más pura, el racionalismo crítico de Kant, es una función de la razón pura. El racionalismo a principios de la modernidad, su principal figura será Descartes, es la refundación del idealismo clásico de Platón, en la medida que la luz del mito de la caverna se transforma en la luz racional, y el método científico establecido sobre una duda metódica, un racionalismo que posteriormente sintetizado el empirismo dará lugar al racionalismo crítico.
La principal diferencia entre el positivismo y el racionalismo es que mientras el racionalismo utiliza un discurso idealista y metafísico, el discurso positivista es netamente cientificista. La principal diferencia entre empirismo y racionalismo, es que mientras para el empirismo los órganos sensoriales son la única vía de conocimiento, para el racionalismo el conocimiento sensorial es necesariamente falso, si bien, es trascendiendo las apariencias utilizando la crítica racional, la forma de acceder a un conocimiento lo más cercano posible a la verdad.
En el materialismo lo único que existe es la realidad material, no hay nada más allá de la materia, de forma que el estudio de la realidad material es el estudio de la realidad misma, de esta forma el estudio de los hechos que suceden en la realidad es la forma de saber que ocurre en la misma realidad. La principal diferencia entre materialismo clásico y materialismo moderno es que mientras para el materialismo clásico las diferentes interpretaciones de la realidad obedecen a diferencias puramente subjetivas, fisiológicas o sensoriales, para el materialismo dialéctico, no sólo es sensorial, es política, y en tanto que política contiene una dimensión ética o moral, praxis. El materialismo dialéctico también será llamado materialismo moderno, y reconoce que las diferentes interpretaciones posibles de la realidad sensorial no sólo obedece a cuestiones fisiológicas, sensoriales, que a fin de cuentas son diferencias interpretativas fácilmente neutralizadas a través de la medición, las verdaderas diferencias en la interpretación de la realidad son las diferencias políticas en función de los intereses, según sean de dominación de la naturaleza, en la que se incluye la naturaleza humana, o la emancipación humana, la cual se ejemplifica en una célebre frase de Hegel y que fue utilizada por Marx y Engels en diferentes ocasiones, la emancipación es el proceso de “pasar del reino de la necesidad al reino de la libertad”. El materialismo dialéctico es la síntesis del materialismo clásico, la versión más estricta del empirismo, y la dialéctica hegeliana.
A pesar de las diferencias entre positivismo, empirismo, racionalismo y materialismo, clásico o moderno, en donde el racionalismo si acepta la existencia de una realidad transcendental, algo que desmiente el materialismo y el positivismo, al mismo tiempo que en el empirismo hay corrientes que mantienen una actitud escéptica argumentando que solo puede hablar de lo que percibe, y el positivismo intenta acceder a una explicación neutra fuera de interferencia política, a diferencia del materialismo dialéctico, independientemente de las diferencias en la forma de interpretar la gnoseología y la epistemología de la ciencia, todos los paradigmas mencionados, positivistas, empiristas, racionalistas y materialistas, tienen en común que aceptan que la definición científica de hecho debe basarse en que hecho es aquello que sucede empírica o materialmente, y además sus cualidades son objeto de la medición, y es partir de la medición de la realidad a partir de lo cual se realiza la praxis o actividad crítica, en la medida que la filosofía puede ser entendida en tanto que actividad, Wittgenstein, o praxis, Marx.
La filosofía de la ciencia del siglo XX ya ha dejado de ser la contemplación de la realidad, para ser una práctica o actividad que se caracteriza por ser, para el empirismo profundamente escéptica, y para el racionalismo y el materialismo dialéctico, una actividad o praxis crítica, en donde la crítica de la realidad precisa a priori de la medida, y sobre la medida la crítica de lo que sucede, ya sea sobre las mediciones observadas en ciencias naturales o sociales.
La forma en que la actividad crítica toma forma en Introducción a la Probabilidad Imposible es a través de la probabilidad crítica, para la verificación empírica o racional de la suficiencia lógica de la tendencia demostrada en la muestra para la demostración provisional del isomorfismo idea, la hipótesis, y la realidad material o empiritica.
En Probabilidad Imposible la definición de hecho vendrá dada por cuanto hecho es aquel suceso u ocurrencia que ocurre y sucede, siendo la realidad el conjunto total de hechos que la integran, la realidad es lo que sucede, siendo la principal cualidad del hecho su naturaleza empírica o material, en la medida que sus cualidades son un objeto sensible a la fisiología humana, luego objeto de medición, transformando el objeto en suficientemente objetivo, si bien de forma suficiente, racional, y no absoluta, por cuanto ninguna medida es absolutamente fiable, entre otros motivos porque cualquier instrumento de medida sobre una unidad de medida es medición sobre un instrumento y una unidad totalmente arbitraria.
El hecho que a una distancia entre dos puntos se llame metro, y se divida en 10 partes iguales y a cada parte se llame decímetro, cada decímetro se divida en diez partes iguales y a cada parte se llama centímetro, cada centímetro se divida en diez partes iguales y a cada parte milímetro, y así hasta el nanómetro, habiendo posibilidad de subdivisiones en el espacio inferiores al nanómetro, en tanto que la subdivisión de la unidad es infinita, es una selección arbitraria de una unidad de medida para medir el espacio, al igual que cualquier otra unidad de medida para medir cualquier cualidad de la realidad. Toda unidad de medida es una división arbitraria sobre la intensidad en que puede variar una cualidad. En este sentido ninguna medida tiene fiabilidad absoluta, y es parcial en tanto que es arbitraria, la unidad de medida es aleatoria, en la construcción de la ciencia la comunidad científica pudo haber aceptado esa como cualquier otra diferente, en lugar de metros, por ejemplo, yardas o millas, en temperatura en lugar de grados centígrados, grados kelvin, Farenheit, o inventar otros sistemas de medición más precisos sobre nuevas unidades de medida en función de nuevos instrumentos de medida más fiables.
El hecho en tanto que hecho empírico o material se transforma en positivo, exento de discusión subjetiva, fisiológica, o política, ideológica, en el mismo instante que sus cualidades son objeto de medición, transformándose en un hecho objetivo, o al menos suficientemente objetivo para la ciencia actual y a expensas de a que nuevos adelantos en los instrumentos de medida progrese la ciencia, es decir, a día de hoy es objetivo, o suficientemente objetivo, positivo o racional, que la velocidad de la luz es aproximadamente 300.000 kilómetros por segundo, que nuestro planeta tarda aproximadamente 24 horas en girar sobre su eje, 365 días en hacer una órbita completa sobre el sol, salvo en año bisiesto, un día más, que la temperatura de congelación del agua son cero grados centígrados, y el punto de ebullición del agua cien grados centígrados.
El hecho objetivo de esta forma se convierte en un hecho positivo, racional, en la medida que los resultados de los aparatos de medición, siempre y cuando los aparatos de medición encuentren la aprobación de la comunidad científica, se convierte en datos positivos y objetivos no dependientes de la ideología política: el hecho que la velocidad de la luz sea de aproximadamente 300.000 kilómetros por segundos es una medición que, a día de hoy, provisionalmente, no depende de la ideología ni de la política, y es aceptado por todas las escuelas científicas y filosóficas independientemente de su ideología política, sean conservadoras o progresistas todas aceptan por igual la medición observada por los instrumentos de medida.
Si en una democracia representativa en unas elecciones cada formación política ha recibido una cantidad de votos, todas las opciones políticas independientemente de si son conservadoras o progresistas, siempre y cuando la jornada electoral transcurra con normalidad y sin incidentes, todas las formaciones políticas deberían aceptar por igual los resultados electorales. La medición de cuantos votos ha recibido cada formación, la frecuencia de votos por opción política, será un dato objetivo, matemático, positivo, igual a la frecuencia de votos, si bien, la fórmula proporcional en que se asignen diputados o senadores en función de los votos obtenidos depende de los acuerdos políticos alcanzados sobre distribución de escaños por magnitud de votos entre las diferentes formaciones políticas.
El dato positivo resultado de la medición, el dato en sí mismo, siempre que los instrumentos de medida sean suficientemente fiables y aceptados por toda la comunidad científica, independientemente de sus diferencias políticas e ideológicas, son incuestionables, y no dependen de ninguna variable ideológica o política, si bien demuestra que si para que algo sea verdad depende del acuerdo internacional de la comunidad científica, esto demuestra que la ciencia es un consenso social, luego en este sentido arbitraria, dado que en teoría, la verdad siempre que sea verdad debería ser verdad por sí misma e independientemente de los consensos sociales entre los diferentes grupos o escuelas que forman la comunidad científica internacional, lo cual demostraría un componente político incluso de la verdad positiva, la necesidad de que para ser positiva, aceptada por toda la comunidad independientemente de las diferencias ideológicas o políticas, necesite de un consenso, político o ideológico, social, generalizado en la comunidad científica para reafirmar que una verdad es una verdad objetiva.
En el caso de las elecciones en una democracia representativa, que el sistema utilizado para el recuento y medición de la frecuencia de votos por opción política, sea un sistema consensuado y aceptado por todas las formaciones y la medición final, la frecuencia de votos de las opciones electorales, aceptada por todas las formaciones independientemente de su ideología.
Ahora bien, una vez obtenidos los datos positivos, si bien es cuestionable que en la definición positiva del hecho no halla interferencia política o ideológica, en el consenso social sobre la medición de la realidad, lo que verdadera y realmente es objeto de discusión entre los diferentes modelos de política científica es el uso práctico de los datos obtenidos, elaborando cada paradigma o modelo de política científica un modelo empírico de la realidad en función de la interpretación que haga de los datos, es decir, el dato en sí mismo es ideológicamente incuestionable, positivo, en el momento que todos los grupos y escuelas de la comunidad científica internacional acuerdan que algo es verdad independientemente de sus diferencias ideológicas o políticas, momento en el cual, elevado a categoría de positivo un dato, que la velocidad de la luz es aproximadamente 300.000 kilómetros por segundo, la tierra tarda aproximadamente 365 días en orbitar sobre el sol, salvo año bisiesto, y 24 horas aproximadamente en girar sobre su eje, lo que si son cuestionables ya en toda regla ideológicamente son el uso práctico de la información y las posibles interpretaciones.
Un dato será un hecho positivo en el momento en que todos los grupos y escuelas que forman la comunidad científica internacional decide acordar que, independientemente de sus diferencias ideológicas o políticas, un hecho es verdad, elevándose el dato a la categoría de positivo, luego objetivo, momento a partir del cual empieza un debate ideológico o político mucho más trascendente, la posible interpretación y uso práctico, político, del dato positivo.
Que la energía sea igual a masa por velocidad de la luz al cuadrado es, a día de hoy provisionalmente incuestionable, una verdad positiva, pero el uso práctico de la energía nuclear si lo es. Que nuestro planeta tarda aproximadamente 24 horas en dar una rotación sobre su eje es incuestionable, una verdad positiva, pero el uso práctico que se haga de esa información si lo es, la política horaria de adelantar una hora en verano y atrasar otra en invierno para mayor ahorro de energía frente la opción opuesta, la no alteración de los horarios sociales.
A partir de la medición individual, aunque arbitraria, de cada hecho se alcanza una medición de la realidad en su conjunto para la configuración de un modelo empírico de realidad. En Introducción en la Probabilidad Imposible se explica en el apartado 24 la naturaleza de los modelos empíricos a partir de las mediciones. Las mediciones, si bien siempre intentan ser lo más positivas, isomorfas, posibles, después la forma de construir un modelo empírico sobre los datos evidencia una clara intencionalidad política de la ciencia, ya sean en ciencias naturales y ciencias sociales, por ejemplo en ciencias naturales las continuas discusiones sobre el origen del universo, el Big Bang y sus posibles interpretaciones ideológicas, metafísicas y religiosas.
De esta forma a partir de las diferencias ideológicas y políticas sobre los datos positivos se elaborarán diferentes modelos empíricos o teóricos y proyectados, en coherencia a los principios políticos e ideológicos de la ideología política de la política científica, iniciándose un debate político e ideológico entre los diferentes modelos científicos para el establecimiento del paradigma de la ciencia o de las ciencias, a través de las sucesivas crisis y revoluciones científicas, que siempre que sea para el progreso en el isomorfismo idea y realidad será en clara tendencia a un paradigma de revolución permanente de la ciencia.
Introducción a la Probabilidad Imposible es una obra que desarrolla la teoría de Probabilidad Imposible en el campo de la estadística de la probabilidad o probabilidad estadística, para el estudio de lo que sucede en el azar del espacio tiempo, la historia, desde una perspectiva estocástica e indeterminista, donde la realidad es de por sí misma una variable aleatoria, en una teoría síntesis de diferentes paradigmas, positivismo, racionalismo crítico y materialismo dialéctico, entendiendo que la ciencia es una síntesis de diferentes perspectivas.
En el momento que el concepto hecho se define en tanto que suceso u ocurrencia que adquiere categoría de científica en tanto que probado y contrastable, debido a su naturaleza empírica o material, transformable en dato o hecho positivo al medirse la intensidad de sus cualidades o su ocurrencia, para la interpretación y toma de decisiones de la política científica, el hecho en sí mismo a través de la medición es susceptible de estudio por la estadística de la probabilidad o probabilidad estadística, desde el instante que sobre la medición de las cualidades o volumen de ocurrencia de una muestra de hechos, relativos a una serie de sujetos u opciones objeto de estudio, para la medición de su puntuación directa o frecuencia, se obtiene una muestra de puntuaciones directas ofrecuencias, Σxi, una muestra de mediciones de los hechos acaecidos a los sujetos u opciones, para desde, en la teoría de Probabilidad Imposible el cálculo de los estadísticos individuales y los estadísticos muestrales, para la determinación de la realidad empírica y teórica, calculando así la probabilidad empírica y la probabilidad teórica, y dentro de los estadísticos de dispersión, el Nivel de Sesgo, la Desviación Media o Típica, y demás estadísticos, en una primera fase del proyecto de investigación, estadística descriptiva, sobre la cual en fase posterior efectuar las inferencias estadísticas para la toma de decisiones estadísticas, según probabilidad crítica, concreción de la razón crítica de la política científica, en el contraste de hipótesis, la crítica racional de las ideas, en esencia un contraste entre la idea de realidad y la realidad misma, en definitiva, el contraste de ideas
Los hechos científicos son hechos empíricos, sucesos que ocurren en la realidad y sus cualidades o volumen de ocurrencia objeto de medición, transformándose en hechos positivos, datos, siempre que las mediciones, aunque arbitrarias, se hagan dentro del mayor consenso político entre la comunidad científica, datos positivos de los que dependen las interpretaciones y decisiones políticas, hechos políticos. De esta manera el hecho científico es un suceso empírico objeto de medición positiva para la interpretación política de la realidad y la toma de decisiones por la política científica, la más trascendental de todas en estadística, la decisión estadística, la selección de los márgenes de error, probabilidad de error de representatividad muestral, y la elección de la probabilidad crítica, el margen de error en el proceso de contraste de hipótesis, la crítica racional de la realidad.
Concretamente para el positivismo el hecho científico se caracteriza por ser positivo por cuanto se define objetivamente en ausencia total de cualquier otra variable subjetiva o ideológica, la definición lógica de lo que ocurre viene dada por la medición sobre la que se realizan pruebas matemáticas para contrastar las hipótesis provisionalmente, el contraste de hipótesis es la evolución lógica del fallido criterio de verificación empírica del positivismo lógico, por cuanto la hipótesis tendrá significación empírica si se demuestra en la práctica, el contraste de hipótesis. El positivismo del siglo XX será el resultado lógico de la evolución y síntesis de varias escuelas filosóficas, entre las que cabe resaltar el empirismo y el racionalismo crítico.
Para el empirismo la naturaleza del hecho científico reside en su propia naturaleza empírica, en la medida que la forma en que se accede a lo que ocurre, el hecho, es a través de los órganos sensoriales, la sensación, lo cual no deja de ser algo subjetivo, fisiológico, motivo por el cual para tener una estimación de los fenómenos contrastable es necesaria la medición. De lo único que tenemos al menos una evidencia, aunque sensorial, es de los fenómenos empíricos, cualquier otra entidad trascendente escapa a la ciencia y es metafísica, ante la cual habrá corrientes empiristas que desarrollen la metafísica, Aristóteles, o se pronuncien profundamente escépticos, Hume. A las corrientes más escépticas del empirismo, la versión más estricta empirismo, también pueden recibir el nombre de materialismo clásico, corriente filosófica en que se integran, además de Hume, Rousseau y a una amplia gama de filósofos ilustrados que rechazaban cualquier otra forma de conocimiento, incluida la metafísica, que no fuera sensorial, y afirman que sólo existe lo material, más allá de lo cual no existe nada, el materialismo clásico será una escuela precursora del ateísmo, y en cierto sentido del nihilismo moderno.
Una de las diferencias entre positivismo y empirismo, es que mientras el positivismo rechaza de plano la metafísica, dentro del empirismo habrá corrientes metafísicas, por ejemplo Aristóteles. Y la principal diferencia entre positivismo y el materialismo clásico, la versión más radical del empirismo, es que mientras para el materialismo clásico sólo existe lo que se percibe, y cualquier otra generalización es objeto de profundo escepticismo, dado que cualquier atribución causal es producto de la costumbre, para el positivismo lo que se percibe son los fenómenos sobre los cuales demostrar leyes causales no siempre sensibles de forma directa a los órganos sensoriales.
Para el racionalismo la realidad es un fenómeno, una sensación externa a lo que verdaderamente sucede, y en tanto que de naturaleza sensorial una apariencia posiblemente falsa, y dado que no conocemos lo que realmente sucede, verdad moral o verdad pura e incognoscible, intenta alcanzar una idea aproximada de las verdaderas esencias a través de la duda racional o crítica racional, en función del tipo de escuela racionalista, a los fenómenos que obtenemos de nuestras sensaciones, ese proceso trascendental es realizado por la razón, que en su expresión más pura, el racionalismo crítico de Kant, es una función de la razón pura. El racionalismo a principios de la modernidad, su principal figura será Descartes, es la refundación del idealismo clásico de Platón, en la medida que la luz del mito de la caverna se transforma en la luz racional, y el método científico establecido sobre una duda metódica, un racionalismo que posteriormente sintetizado el empirismo dará lugar al racionalismo crítico.
La principal diferencia entre el positivismo y el racionalismo es que mientras el racionalismo utiliza un discurso idealista y metafísico, el discurso positivista es netamente cientificista. La principal diferencia entre empirismo y racionalismo, es que mientras para el empirismo los órganos sensoriales son la única vía de conocimiento, para el racionalismo el conocimiento sensorial es necesariamente falso, si bien, es trascendiendo las apariencias utilizando la crítica racional, la forma de acceder a un conocimiento lo más cercano posible a la verdad.
En el materialismo lo único que existe es la realidad material, no hay nada más allá de la materia, de forma que el estudio de la realidad material es el estudio de la realidad misma, de esta forma el estudio de los hechos que suceden en la realidad es la forma de saber que ocurre en la misma realidad. La principal diferencia entre materialismo clásico y materialismo moderno es que mientras para el materialismo clásico las diferentes interpretaciones de la realidad obedecen a diferencias puramente subjetivas, fisiológicas o sensoriales, para el materialismo dialéctico, no sólo es sensorial, es política, y en tanto que política contiene una dimensión ética o moral, praxis. El materialismo dialéctico también será llamado materialismo moderno, y reconoce que las diferentes interpretaciones posibles de la realidad sensorial no sólo obedece a cuestiones fisiológicas, sensoriales, que a fin de cuentas son diferencias interpretativas fácilmente neutralizadas a través de la medición, las verdaderas diferencias en la interpretación de la realidad son las diferencias políticas en función de los intereses, según sean de dominación de la naturaleza, en la que se incluye la naturaleza humana, o la emancipación humana, la cual se ejemplifica en una célebre frase de Hegel y que fue utilizada por Marx y Engels en diferentes ocasiones, la emancipación es el proceso de “pasar del reino de la necesidad al reino de la libertad”. El materialismo dialéctico es la síntesis del materialismo clásico, la versión más estricta del empirismo, y la dialéctica hegeliana.
A pesar de las diferencias entre positivismo, empirismo, racionalismo y materialismo, clásico o moderno, en donde el racionalismo si acepta la existencia de una realidad transcendental, algo que desmiente el materialismo y el positivismo, al mismo tiempo que en el empirismo hay corrientes que mantienen una actitud escéptica argumentando que solo puede hablar de lo que percibe, y el positivismo intenta acceder a una explicación neutra fuera de interferencia política, a diferencia del materialismo dialéctico, independientemente de las diferencias en la forma de interpretar la gnoseología y la epistemología de la ciencia, todos los paradigmas mencionados, positivistas, empiristas, racionalistas y materialistas, tienen en común que aceptan que la definición científica de hecho debe basarse en que hecho es aquello que sucede empírica o materialmente, y además sus cualidades son objeto de la medición, y es partir de la medición de la realidad a partir de lo cual se realiza la praxis o actividad crítica, en la medida que la filosofía puede ser entendida en tanto que actividad, Wittgenstein, o praxis, Marx.
La filosofía de la ciencia del siglo XX ya ha dejado de ser la contemplación de la realidad, para ser una práctica o actividad que se caracteriza por ser, para el empirismo profundamente escéptica, y para el racionalismo y el materialismo dialéctico, una actividad o praxis crítica, en donde la crítica de la realidad precisa a priori de la medida, y sobre la medida la crítica de lo que sucede, ya sea sobre las mediciones observadas en ciencias naturales o sociales.
La forma en que la actividad crítica toma forma en Introducción a la Probabilidad Imposible es a través de la probabilidad crítica, para la verificación empírica o racional de la suficiencia lógica de la tendencia demostrada en la muestra para la demostración provisional del isomorfismo idea, la hipótesis, y la realidad material o empiritica.
En Probabilidad Imposible la definición de hecho vendrá dada por cuanto hecho es aquel suceso u ocurrencia que ocurre y sucede, siendo la realidad el conjunto total de hechos que la integran, la realidad es lo que sucede, siendo la principal cualidad del hecho su naturaleza empírica o material, en la medida que sus cualidades son un objeto sensible a la fisiología humana, luego objeto de medición, transformando el objeto en suficientemente objetivo, si bien de forma suficiente, racional, y no absoluta, por cuanto ninguna medida es absolutamente fiable, entre otros motivos porque cualquier instrumento de medida sobre una unidad de medida es medición sobre un instrumento y una unidad totalmente arbitraria.
El hecho que a una distancia entre dos puntos se llame metro, y se divida en 10 partes iguales y a cada parte se llame decímetro, cada decímetro se divida en diez partes iguales y a cada parte se llama centímetro, cada centímetro se divida en diez partes iguales y a cada parte milímetro, y así hasta el nanómetro, habiendo posibilidad de subdivisiones en el espacio inferiores al nanómetro, en tanto que la subdivisión de la unidad es infinita, es una selección arbitraria de una unidad de medida para medir el espacio, al igual que cualquier otra unidad de medida para medir cualquier cualidad de la realidad. Toda unidad de medida es una división arbitraria sobre la intensidad en que puede variar una cualidad. En este sentido ninguna medida tiene fiabilidad absoluta, y es parcial en tanto que es arbitraria, la unidad de medida es aleatoria, en la construcción de la ciencia la comunidad científica pudo haber aceptado esa como cualquier otra diferente, en lugar de metros, por ejemplo, yardas o millas, en temperatura en lugar de grados centígrados, grados kelvin, Farenheit, o inventar otros sistemas de medición más precisos sobre nuevas unidades de medida en función de nuevos instrumentos de medida más fiables.
El hecho en tanto que hecho empírico o material se transforma en positivo, exento de discusión subjetiva, fisiológica, o política, ideológica, en el mismo instante que sus cualidades son objeto de medición, transformándose en un hecho objetivo, o al menos suficientemente objetivo para la ciencia actual y a expensas de a que nuevos adelantos en los instrumentos de medida progrese la ciencia, es decir, a día de hoy es objetivo, o suficientemente objetivo, positivo o racional, que la velocidad de la luz es aproximadamente 300.000 kilómetros por segundo, que nuestro planeta tarda aproximadamente 24 horas en girar sobre su eje, 365 días en hacer una órbita completa sobre el sol, salvo en año bisiesto, un día más, que la temperatura de congelación del agua son cero grados centígrados, y el punto de ebullición del agua cien grados centígrados.
El hecho objetivo de esta forma se convierte en un hecho positivo, racional, en la medida que los resultados de los aparatos de medición, siempre y cuando los aparatos de medición encuentren la aprobación de la comunidad científica, se convierte en datos positivos y objetivos no dependientes de la ideología política: el hecho que la velocidad de la luz sea de aproximadamente 300.000 kilómetros por segundos es una medición que, a día de hoy, provisionalmente, no depende de la ideología ni de la política, y es aceptado por todas las escuelas científicas y filosóficas independientemente de su ideología política, sean conservadoras o progresistas todas aceptan por igual la medición observada por los instrumentos de medida.
Si en una democracia representativa en unas elecciones cada formación política ha recibido una cantidad de votos, todas las opciones políticas independientemente de si son conservadoras o progresistas, siempre y cuando la jornada electoral transcurra con normalidad y sin incidentes, todas las formaciones políticas deberían aceptar por igual los resultados electorales. La medición de cuantos votos ha recibido cada formación, la frecuencia de votos por opción política, será un dato objetivo, matemático, positivo, igual a la frecuencia de votos, si bien, la fórmula proporcional en que se asignen diputados o senadores en función de los votos obtenidos depende de los acuerdos políticos alcanzados sobre distribución de escaños por magnitud de votos entre las diferentes formaciones políticas.
El dato positivo resultado de la medición, el dato en sí mismo, siempre que los instrumentos de medida sean suficientemente fiables y aceptados por toda la comunidad científica, independientemente de sus diferencias políticas e ideológicas, son incuestionables, y no dependen de ninguna variable ideológica o política, si bien demuestra que si para que algo sea verdad depende del acuerdo internacional de la comunidad científica, esto demuestra que la ciencia es un consenso social, luego en este sentido arbitraria, dado que en teoría, la verdad siempre que sea verdad debería ser verdad por sí misma e independientemente de los consensos sociales entre los diferentes grupos o escuelas que forman la comunidad científica internacional, lo cual demostraría un componente político incluso de la verdad positiva, la necesidad de que para ser positiva, aceptada por toda la comunidad independientemente de las diferencias ideológicas o políticas, necesite de un consenso, político o ideológico, social, generalizado en la comunidad científica para reafirmar que una verdad es una verdad objetiva.
En el caso de las elecciones en una democracia representativa, que el sistema utilizado para el recuento y medición de la frecuencia de votos por opción política, sea un sistema consensuado y aceptado por todas las formaciones y la medición final, la frecuencia de votos de las opciones electorales, aceptada por todas las formaciones independientemente de su ideología.
Ahora bien, una vez obtenidos los datos positivos, si bien es cuestionable que en la definición positiva del hecho no halla interferencia política o ideológica, en el consenso social sobre la medición de la realidad, lo que verdadera y realmente es objeto de discusión entre los diferentes modelos de política científica es el uso práctico de los datos obtenidos, elaborando cada paradigma o modelo de política científica un modelo empírico de la realidad en función de la interpretación que haga de los datos, es decir, el dato en sí mismo es ideológicamente incuestionable, positivo, en el momento que todos los grupos y escuelas de la comunidad científica internacional acuerdan que algo es verdad independientemente de sus diferencias ideológicas o políticas, momento en el cual, elevado a categoría de positivo un dato, que la velocidad de la luz es aproximadamente 300.000 kilómetros por segundo, la tierra tarda aproximadamente 365 días en orbitar sobre el sol, salvo año bisiesto, y 24 horas aproximadamente en girar sobre su eje, lo que si son cuestionables ya en toda regla ideológicamente son el uso práctico de la información y las posibles interpretaciones.
Un dato será un hecho positivo en el momento en que todos los grupos y escuelas que forman la comunidad científica internacional decide acordar que, independientemente de sus diferencias ideológicas o políticas, un hecho es verdad, elevándose el dato a la categoría de positivo, luego objetivo, momento a partir del cual empieza un debate ideológico o político mucho más trascendente, la posible interpretación y uso práctico, político, del dato positivo.
Que la energía sea igual a masa por velocidad de la luz al cuadrado es, a día de hoy provisionalmente incuestionable, una verdad positiva, pero el uso práctico de la energía nuclear si lo es. Que nuestro planeta tarda aproximadamente 24 horas en dar una rotación sobre su eje es incuestionable, una verdad positiva, pero el uso práctico que se haga de esa información si lo es, la política horaria de adelantar una hora en verano y atrasar otra en invierno para mayor ahorro de energía frente la opción opuesta, la no alteración de los horarios sociales.
A partir de la medición individual, aunque arbitraria, de cada hecho se alcanza una medición de la realidad en su conjunto para la configuración de un modelo empírico de realidad. En Introducción en la Probabilidad Imposible se explica en el apartado 24 la naturaleza de los modelos empíricos a partir de las mediciones. Las mediciones, si bien siempre intentan ser lo más positivas, isomorfas, posibles, después la forma de construir un modelo empírico sobre los datos evidencia una clara intencionalidad política de la ciencia, ya sean en ciencias naturales y ciencias sociales, por ejemplo en ciencias naturales las continuas discusiones sobre el origen del universo, el Big Bang y sus posibles interpretaciones ideológicas, metafísicas y religiosas.
De esta forma a partir de las diferencias ideológicas y políticas sobre los datos positivos se elaborarán diferentes modelos empíricos o teóricos y proyectados, en coherencia a los principios políticos e ideológicos de la ideología política de la política científica, iniciándose un debate político e ideológico entre los diferentes modelos científicos para el establecimiento del paradigma de la ciencia o de las ciencias, a través de las sucesivas crisis y revoluciones científicas, que siempre que sea para el progreso en el isomorfismo idea y realidad será en clara tendencia a un paradigma de revolución permanente de la ciencia.
Introducción a la Probabilidad Imposible es una obra que desarrolla la teoría de Probabilidad Imposible en el campo de la estadística de la probabilidad o probabilidad estadística, para el estudio de lo que sucede en el azar del espacio tiempo, la historia, desde una perspectiva estocástica e indeterminista, donde la realidad es de por sí misma una variable aleatoria, en una teoría síntesis de diferentes paradigmas, positivismo, racionalismo crítico y materialismo dialéctico, entendiendo que la ciencia es una síntesis de diferentes perspectivas.
En el momento que el concepto hecho se define en tanto que suceso u ocurrencia que adquiere categoría de científica en tanto que probado y contrastable, debido a su naturaleza empírica o material, transformable en dato o hecho positivo al medirse la intensidad de sus cualidades o su ocurrencia, para la interpretación y toma de decisiones de la política científica, el hecho en sí mismo a través de la medición es susceptible de estudio por la estadística de la probabilidad o probabilidad estadística, desde el instante que sobre la medición de las cualidades o volumen de ocurrencia de una muestra de hechos, relativos a una serie de sujetos u opciones objeto de estudio, para la medición de su puntuación directa o frecuencia, se obtiene una muestra de puntuaciones directas ofrecuencias, Σxi, una muestra de mediciones de los hechos acaecidos a los sujetos u opciones, para desde, en la teoría de Probabilidad Imposible el cálculo de los estadísticos individuales y los estadísticos muestrales, para la determinación de la realidad empírica y teórica, calculando así la probabilidad empírica y la probabilidad teórica, y dentro de los estadísticos de dispersión, el Nivel de Sesgo, la Desviación Media o Típica, y demás estadísticos, en una primera fase del proyecto de investigación, estadística descriptiva, sobre la cual en fase posterior efectuar las inferencias estadísticas para la toma de decisiones estadísticas, según probabilidad crítica, concreción de la razón crítica de la política científica, en el contraste de hipótesis, la crítica racional de las ideas, en esencia un contraste entre la idea de realidad y la realidad misma, en definitiva, el contraste de ideas
Los hechos científicos son hechos empíricos, sucesos que ocurren en la realidad y sus cualidades o volumen de ocurrencia objeto de medición, transformándose en hechos positivos, datos, siempre que las mediciones, aunque arbitrarias, se hagan dentro del mayor consenso político entre la comunidad científica, datos positivos de los que dependen las interpretaciones y decisiones políticas, hechos políticos. De esta manera el hecho científico es un suceso empírico objeto de medición positiva para la interpretación política de la realidad y la toma de decisiones por la política científica, la más trascendental de todas en estadística, la decisión estadística, la selección de los márgenes de error, probabilidad de error de representatividad muestral, y la elección de la probabilidad crítica, el margen de error en el proceso de contraste de hipótesis, la crítica racional de la realidad.
Rubén García Pedraza, Madrid 28 de septiembre del 2013